Kathrine Switzer, primera mujer en correr con dorsal una maratón, y Cristina Mitre, impulsora del running femenino popular en España, participarán juntas en Boston
Hace 50 años de una imagen histórica. Aquella en la que el juez del maratón de Boston intentaba echar de la carrera a Kathrine Switzer. En una época en la que las mujeres tenían prohibido ponerse un dorsal, la joven estudiante americana logró cruzar la línea de meta. Despistó a la organización apuntándose únicamente con sus iniciales. Switzer conseguía así lo que un año antes, en 1966, había intentado Bobbi Gibb. Hace 8 años, en España, otra mujer se erigió en pionera del movimiento running femenino.
La protagonista no es otra que Cristina Mitre, periodista asturiana que, gracias a su movimiento #mujeresquecorren, ha logrado crear una familia que ya acoge a miles de mujeres orgullosas de su pasión. “En esa época el running femenino popular no vivía el boom actual. No había muchas mujeres que corriesen. Yo comencé a contar mi experiencia por las redes sociales y parece que la cosa funcionó. Después, el 11 de febrero de 2013, monté un encuentro en El Retiro en el que se apuntaron más de 75 mujeres. Fue el comienzo de algo grande”, señala Mitre en Primera Plana, una mujer pionera también en romper prejuicios.
“Para un hombre a veces es difícil entenderlo. Una mujer se pone a correr y sólo ve obstáculos: ‘me da vergüenza, no soy competitiva, me voy a encontrar al vecino con estas pintas…’ No es fácil, pero todo está cambiando. Es cierto que, al ver la repercusión que tenía, me creía un poco como la Juana de Arco de esto”, dice orgullosa alguien cuya meta está en Boston, junto a Kathrine. “Lograr llegar a Boston era muy importante para mí. Primero porque corro con Kathrine, a quien conocí de manera casual durante una visita a España, y segundo porque es el maratón más importante de todos al que hay que acceder con marca. Boston es el verdadero maratón, aunque muchos piensen que es el de Nueva York, pero el más mítico es este. Es una carrera que está muy bien organizada, que tiene un ambiente increíble. Voy con un poco de miedo, pero a la vez con muchísima emoción”, dice alguien que sacó su billete gracias al 3h28m logrado en Barcelona. “Correr con Katherine será como celebrar que correr es mucho más que correr. Que esto es un viaje para descubrir que son capaces de hacer muchas cosas”.